El temor se apodera de
mí
Mirarte y reconocer mi
fragilidad
Despierta otras
sensaciones
Que me mecen como un
niño
Durante el arrullo
materno.
El tiempo que era mío
ya no lo es más
El canto y el baile
perdieron su encanto
Ya no son la ilusión
que se espera
Son un desvarío
signado por el abismo
Que me impide llorar,
Secuencia de imágenes que
me extasían
De la cual ya no tengo
registro.
Parar, frenar,
detenerme
y al mirar hacia abajo
el pedal del freno no aparece
Curva y contra curva
sin saber
Si caeré al precipicio
o una enorme pared
terminara conmigo,
para desdibujarme y
reiniciar el juego
Con el parpadeo de una
nueva vida.
Cada vez queda menos.
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