Indígenas
Padres nuestros,
¿Que mentira impiadosa me han dicho?
Hoy duele mirarlos a los ojos
Y ver que tan alegremente
se deshagan en su andar
Y a la tierra de los girasoles
Volver a sembrar
Ese desierto era mío solo mío
Se levantarán los muertos
Se mirarán
Recordarán el pasado
Lo revivirán en el futuro
Y volverán a morir
Sus huesos rotos
Estarán ennegrecidos
Sabrán acaso?
Que su tierra no será tierra
Y que sus polvos no volverán
Ese desierto será mió y de nadie más
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