jueves, 28 de agosto de 2008

Por que lo Aborigen hoy.

El origen de los Argentinos es de una fusión de la sangre europea y de la sangre aborigen. Nuestra identidad debe basarse en algo propio, como puede ser el producto de la mescla o convivencia de costumbres autóctonas y apropiadas.

Quizás mencionar un ritual aborigen llegue a causar confusión en la sociedad en general porque lo han de considerar antireligioso, o de ofensa a la cultura actual.

Pero hay que replantearse nuestro origen y nunca sentirse avergonzados de decir que parte de nuestra sangre es aborigen. Deberíamos investigar sobre las grandes hazañas –o mejor dicho genocidios- que los europeos llegaron a cabo cuando llegaron a estas tierras, y recién después comparar las dos culturas y descubriremos que tenemos un poco de cada una en todo.
Los aborígenes rendían culto a la naturaleza, porque de ella obtenían el alimento, la medicina, la vestimenta, y el hogar; cuidaban a la tierra y la respetaban. Ellos la consideraban madre porque es la naturaleza fuente de vida.
Hoy en día, para muchos es motivo de debate la contaminación que esta destruyendo a pasos agigantados con la madre naturaleza ¿y por que esta pasando eso? Porque no hemos conservado esa costumbre aborigen, que no es algo satánico ni de ofensa a ningún credo religioso.
Si la tierra es destruida ¿Cómo vamos a sobrevivir? ¿Acaso la cultura europea nos ha inculcado el aprecio y el cuidado de ella?
Celebrar la Pachamama, en un contexto religioso y criollo como el nuestro, es reivindicar la cultura aborigen y el aprecio que ellos tenían por la tierra para tomarlo nosotros en la actualidad y reproducirlo a través de nuestras obras; con lo cual no se quiere dejar de lado la religión a la que somos adeptos ni causar ningún tipo de polémica.
Debe quedar bien en claro que la tierra es nuestra casa, y la única; debe quedar claro que solo de ella vamos a obtener el sustento y que el hecho de que hoy el calor es insoportable, que nos agobian terribles sequias en esta época y que hay enfermedades aquejándonos constantemente son consecuencias del mal accionar, ya sea consiente o no. Será muy difícil revertir el efecto negativo pero no imposible frenarlo un poco y de a poco recuperar un equilibrio acorde a la vida sana y natural.
Esta en nuestras manos cuidar la naturaleza y hacer de este suelo un lugar acogedor, cuidemos nuestra tierra, Sumampa, porque aunque sea tan pequeño es muy valioso y bello, y si la Virgen lo eligió nosotros debemos protegerlo, con viejas enseñanzas aborígenes, pues ellos si querían al lugar que habitaban. Es posible una convivencia pacifica si lo intentamos y deseamos para el beneficio colectivo.
Autora: López Alejandra

viernes, 8 de agosto de 2008

Maestría: Estudios Sociales Agrarios.
Seminario: Agricultura y Ambiente.

Las nuevas pampas
Imágenes de pampenización en la zona norte
[1]
de la Argentina globalizada.
Autor: Paulo Sacchi

(…)Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por nuevas industrias, cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas indígenas, sino materias primas venidas de las más lejanas regiones del mundo, y cuyos productos nos solo se consumen en el propio país, sino en todas las partes del globo. En lugar de las antiguas necesidades satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas, que reclaman para su satisfacción productos de los países más apartados y de los climas más diversos. En lugar del antiguo aislamiento y la autarquía de las regiones y naciones, se establece un intercambio universal, una interdependencia universal de las naciones. Y esto se refiere tanto a la producción material, como a la intelectual. La producción intelectual de una nación se convierte en patrimonio común de todas. La estrechez y el exclusivismo nacionales resultan de día en día más imposible; de las numerosas literaturas nacionales y locales se forma una literatura universal.

Merced al rápido perfeccionamiento de los instrumentos de producción y al constante progreso de los medios de comunicación, la burguesía arrastra a la corriente de la civilización a todas las naciones, hasta las más bárbaras. Los bajos precios de sus mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las murallas de china y hace capitular a los bárbaros más fanáticamente hostil a los extranjeros. Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a introducir la llamada civilización, es decir, a hacerse burgueses. En una palabra: se forja un mundo a su imagen y semejanza.

La burguesía ha sometido el campo al dominio de la ciudad. Ha creado urbes inmensas; ha aumentado enormemente la población de las ciudades en comparación con las del campo, substrayendo una gran parte de la población al idiotismo de la vida rural. Del mismo modo que ha subordinado el campo a la ciudad, ha subordinado los países bárbaros o semibárbaros a los países civilizados, los pueblos campesinos a los pueblos burgueses, el oriente al occidente. La burguesía suprime cada vez más el fraccionamiento de los medios de producción, de la propiedad y de la población. Ha aglomerado la población, centralizado los medios de producción y concentrado la propiedad en manos de unos pocos (…) Manifiesto Comunista 1848


(…) Es comprender como una sociedad entera ha podido, con diferencias y resistencias, aceptar una manera nueva de estar en el mundo (…) Roger Chartier.


Me permito tomar prestadas estas palabras y enunciados para introducir en algún sentido la necesidad de pensar la globalización como un proceso que acontece y tal vez aconteció en nuestras sociedades. Asumiendo que el proceso acontece en lugares, es decir en un tiempo y un espacio determinado. Nuestro espacio es la región norte del país, el tiempo las ultimas tres décadas.
Enunciado el lugar y el tiempo trataremos de abordar el tema que nos convoca, las nuevas pampas[2], Imágenes de pampenización en la zona norte de la Argentina globalizada.


Globos

Pensar la globalización a-históricamente produciría un constructo vaciado de sentido. Immanuel Wallerstein (1998) nos dice: “Al igual que todos los demás sistemas históricos, la economía-mundo capitalista tiene un principio temporal y tendrá un final temporal”. Este autor sostiene que el sistema economía-mundo capitalista data del siglo XVI, aclara que no existe un acuerdo consensuado sobre la fecha de su nacimiento. Immanuel Wallerstein en su obra Impensar las Ciencias Sociales se pregunta ¿Cuál es el espacio estructural de esta economía-mundo capitalista? Sostiene que lo primero que debe decirse es que sus limites han evolucionado y nos plantea que en el siglo XVI en términos geográficos el sistema incluía gran parte de Europa y algunas regiones de América, pero no incluía en ese entonces a Rusia, el imperio Otomano. En su obra relata como el sistema mundo capitalista fue incorporando regiones y restablece una idea que la globalización no es un proceso generado de la nada, por el contrario, la globalización es un proceso histórico.

Proceso histórico que generó y genera un arduo debate en las ciencias sociales, debate entre los discursos relacionado entre lo micro y lo macro, entre la dimensión molecular y molar, entre los globalizantes totalizadores y los antiglobalizantes singularistas, estas dicotomías mas recientemente se expresa de la siguiente manera: lo local- territorio vs. lo global-mundo

La globalización en palabras de Thirry Linck (2006) “remite a un movimiento planetario que toma el sentido de un hecho social total, en el sentido que abarca todos los aspectos de la vida social y cultural y no solamente sus componentes económicos”. Pero este hecho social total no significa un acaparamiento de los recursos colectivos de los territorios y la destrucción de la propiedad colectiva locales, por el contrario en este trabajo sostendremos que lo que se produce es la mutación de los sentidos entre los flujos culturales que circulan de afuera hacia adentro y de adentro hacia fuera.

Otro eje central del debate que se ha generado sobre globalización que nos interesa resaltar es la idea de lo inevitable, no existirían formas de evitar la uniformización de la vida cotidiana. Norman Long (1996) “no debemos dejarnos seducir por la creencia de que la globalización tiene un «efecto» uniforme en todos lados”[3] Norman Long nos incierta en el mundo de las posibilidades, en el mundo de los posibles, en el mundo de lo otro. Es admitir a la globalización como proceso en el sentido del otro, pensando a este como la alteridad y diferencia.

Para Michel Foucault[4] citado por Salazar González (2002) “la globalización es un fenómeno que no es nuevo en la historia de la humanidad, está asociada a los deseos expansionistas, de imperialismo y de colonización. Los deseos expansionistas parecen ser satisfechos en distintas medidas según que situaciones se abordan: sociales, económicas y culturales. Estos deseos pensados en términos de Estado-Nación y de sistema Centro-periferia parecieran transformarse en una línea borrosa he inexistente dado que desde el discurso hegemónico o el proyecto globalizador neoliberal[5], el proceso en si generaría una dualidad de desterritorialización y desnacionalización[6], en el cual no existiría sujeto político de dominación en los sentidos previamente conocidos por la historia.

Mapas

La formación del Estado-Nación ha corrido estrechamente ligada a la historia del capitalismo y el mercado mundial, es decir entenderemos que la globalización en nuestras sociedades son en si las nuevas formas de concebir el Estado- Nación. Thierry Linck (2006) nos dice que la crisis de los años setenta generó un cambio radical en las políticas públicas de los años venideros. Políticas públicas orientadas a repensar los estados de bienestar social, es decir modificar sus sentidos y alcances. Se transforma, cuestiona la idea del Estado como ente apropiado para delinear las políticas de desarrollo. Se pasa de un Estado fuerte, interventor a un Estado debilitado y mero regulador de cuestiones superfluas, junto a este debilitamiento del Estado, el mercado como un ente se consolida. En todas partes del mundo, el Estado se ve superado por los flujos de riqueza, poder e información, viéndose obligado para sobrevivir a transferir funciones sea por privatización, sea por descentralización[7].

En los casos particulares de Argentina y América Latina el proceso deslumbra a partir de la década de 1970, donde la construcción discursiva del estado y de la sociedad difería radicalmente de los imaginarios anteriores. Imaginarios que consistían en las nociones de “progreso”, de “beneficio público” de “bien público” y de “igualdad ante la ley” es decir, los conceptos modernos de Nación y Estado de bienestar.

El nuevo discurso y las nuevas estrategias llegaron de la mano de los organismos internacionales tales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, discurso ligado al fundamentalismo neoliberal que se encargó de satanizar el estado, de imponer el imperio del mercado como forma dominante de regulación social, “la construcción de un estado mínimo frente a los derechos sociales de las mayorías, aunque fuerte y autoritario, para definir estrategias en favor de las minorías que controlan el poder económico estado bárbaro y despiadado”(Bazan y Quiroga. Pág. 2)
Norman Long (1996) nos agrega un condimento mas a pensar, sostiene que estas estrategias son en el fin de las medidas intervencionistas del estado en América latina, estrategias a sus vez puestas en función por el mismo estado, “La aplicación misma de las medidas neoliberales requieren un marco de regulación, recursos y legitimación estatal, y el uso de una retórica política convincente orientada a movilizar gente y enrolarla en este nuevo tipo de pensamiento”


Reyerta

Hacia mediados de 1989 la crisis[8] en la Argentina se tornaba insoportable, el estado y la gobernabilidad habitaban la retórica de un nuevo proyecto de globalización neoliberal
Eliécer Arias (2006): “el paradigma neoliberal, liderizado por agencias multilaterales de desarrollo como el Banco Mundial y bajo las premisas del Consenso de Washington, enfatizaban la necesidad de un Estado minimalista a través de la aplicación de un “paquete” que entre otras incentivaba: la liberalización del comercio y las inversiones, la desregulación del mercado domestico, la disciplina fiscal y la reducción tanto del tamaño como del rol del Estado a través de la privatización de empresas públicas y la dramática reducción del gasto social”.

Paquete que en la Argentina fue introducido sociablemente con la denominación del proceso de reforma del estado y el plan de convertibilidad. Alejandro Rofman (2000) afirma que “la inserción plena de la economía Argentina en la dinámica económica internacional se efectivizó a partir de la irrestricta apertura externa. La economía -transitó de un modelo semi-cerrado a otro plenamente abierto.”

La Argentina del Primer mundo como la denominó el presidente por esas épocas C. Saúl Menem, transitó por diversos procesos internos contradictorios. Procesos tales como: privatizaciones, concentración económica, desempleo, cierres de fábricas, crecimiento de los servicios, avances tecnológicos[9], etc. Esteban Tapella (2004) “Los cambios estructurales y las PAEs[10] en Argentina han generado un proceso totalmente dual. Por un lado, entre 1990 y 1998, la evolución del sector rural en términos de nuevas tecnologías, incremento de la producción y la productividad, y aumento de las exportaciones ha sido excepcional. Argentina tuvo tasas de crecimiento agrícola positivas y sostenidas, manteniendo la participación del sector de productos primarios y agroindustriales en un 30 % del total del PBI. Por ejemplo, entre 1992 y 1997, la producción de cereales y oleaginosas en la Región Pampeana se incrementó en un 33,2% mientras que la productividad subió un 7 % (Lattuada, 2000:2-6). Pero, por el otro lado, la participación del sector campesino y de pequeños productores en la economía decreció, la competencia abierta con grandes productores produjo un desarrollo desigual (ciertas regiones se volvieron más viables que otras) y la pobreza rural se incrementó (Maletta, 1995:144), aumentándose también el desempleo rural que llegó al 31 % en 1999 (Hicks, 2000:17).


Imágenes: Las nuevas pampas

Como mencionamos al comienzo de este trabajo lo que tratamos es describir imágenes globalizadas en espacios pampenizados del norte Argentino.

Las nuevas pampas entendidas como espacios en el marco de una construcción social, convirtiendo el espacio, en un espacio cultural por el acto de habitar, adecuándolo para la existencia, esto es en si, una construcción en sí misma. En nuestro caso se hará referencia a los sujetos sociales rurales comprendidos por las llamadas producciones campesinas y minifundistas, que cohabitan en las nuevas pampas.

Imaginar las nuevas pampas argentinas (NOA-NEA) requiere someter a la conciencia a un esfuerzo visual, en un primer acto de esfuerzo se nos interpone la expansión de la soja[11] como la constructora del nuevo paisaje pampeano del norte Argentino. La soja en si, la producción de la soja es parte de un proceso en la nueva configuración espacial.

En este trabajo se abordara el proceso desde la década del 70, no se incluirá como parte del proceso de homogenización del paisaje y de la forma de producción pampeana, a la mal llamada conquista del desierto al Chaco, la explotación forestal y la conformación de colonias chaqueñas. Esto de ninguna manera significa negar estos momentos históricos como hechos sobresalientes en la construcción de las que denominadas las nuevas pampas en el trabajo, el recorte se debe a términos operativos de la presentación de dicho trabajo.

Pampenización

Reboratti y Van Dam en distintos artículos sostienen que la primera expansión agropecuaria en el norte se inicia hacia 1970, con masivos desmontes para el cultivo de poroto básicamente en la Provincia de Salta en el Departamento de Anta. Expansión que impone una nueva forma de producir, es decir se aplica el modelo tecnológico implementado en la región pampeana del país.

Condiciones materiales que generaron la expansión: Un ciclo de años húmedos, precios altos en el mercado internacional del poroto, bajo precio de la tierra y por ultimo el que consideramos mas importante que es la intervención estatal (provincial-nacional) incentivando el proceso a través de las políticas de subsidio tales como ventajas impositivas y crediticias para invertir en la zona[12] (ley 22 211 180).

Con ello se abría un nuevo modelo y la configuración de un nuevo espacio. Espacio que se afianzara con el paradigma neoliberal desplegado en la década del 90 en la Argentina. En el marco de esta coyuntura se posibilita las bases para la segunda expansión agrícola pampeana al interior del norte Argentino. Ya no es la producción de poroto, es la soja. Coyuntura que, como señalamos en el apartado anterior consistió en políticas de estado orientadas a la aplicación del modelo neoliberal. Desregulación económica, apertura de mercado y transformación del estado mediante las privatizaciones y la descentralización. Se consolida la política económica a través de la fijación del tipo de cambio, la supresión de la intervención publica en la comercialización de granos, carne y otros productos, la eliminación de los impuestos a la exportación «retenciones», la privatización de los puertos. Esta política cambio de lleno el escenario de la región pampeana, y de las regiones extra-pampeanas.

La región pampeana se vio involucrada en un proceso dual, por un lado, aquellos que quedaron afueras del nuevo sistema[13], por el otro, avance de tecnología de punta dada por la apertura de los mercados internacionales: tecnología de proceso, fertilizantes, biocidas y transgenicos[14] lo cual genero una modificación en el modelo de producción de la región[15]. Roberto Bisang (2003) “A partir de una capacidad productiva previa de cierta magnitud y con claras potencialidades naturales, el nuevo marco regulatorio –apertura de la economía a los flujos externos de capitales y tecnología (…).Puso la actividad local de cara a los cambios tecnoproductivos”. La modificación del modelo de producción en la región pampeana y las políticas neoliberales[16] impulsaron el avance de la segunda expansión agrícola hacia las nuevas pampas.

El auge de la soja en la región pampeana produjo una reconversión del sistema, la agriculturización consistió en la ocupación de las tierras que históricamente fueron usadas para la ganadería, causando repercusiones en las nuevas pampas, debido que la ganadería fue trasladada a estas regiones, sobre todo Santiago del Estero y Chaco, produciendo y construyendo nuevas formas, espacios, paisajes «pampas». Esta alusión a la ganadería en las regiones extra-pampeanas se hace necesario mencionar para establecer que la construcción de la pampenización en este trabajo no se refiere solo a la sojizacion sino que pretende mostrar que el proceso es más que eso. C. Reboratti (2006) nos dice que “la expansión sojera, hambrienta de tierras y aprovechando los bajos precios relativos, comenzó a expandirse hacia el norte. (…). En los últimos años vieron también expandirse la soja hacia el noreste, sobre todo sobre la llanura chaqueña. Aquí la situación ambiental es diferente, ya que en ambos casos la expansión agrícola significa deforestación masiva y total, dejando los suelos muy frágiles cuando son desmontados, con una alta fertilidad natural solo en los primeros años y altos riesgos climáticos para la variabilidad interanual. Hasta ahora, la producción sojera no trata de adaptarse a las condiciones ambientales específicas de estas regiones nuevas, promoviendo una especie de “pampeanización” productiva que genera un impacto muy negativo sobre el ambiente”. Van Dam explica que la principal razón de la segunda expansión agrícola son sus ventajas económicas.
El proceso de las conformación de las nuevas pampas, como nuevos espacios, sociales culturales, económicos, esto es, como un hecho social total, es por si misma una construcción oximoron, amplia, diferente, controvertida, plural, ¿tal vez inexistente? La intención del trabajo es dejar planteada la posibilidad de las nuevas pampas, para ello recurrimos a imágenes creadas con forma de secuencias fotográficas.


Fotografía de las nuevas pampas

Toma I

“los inviables del campo”. Término utilizado recientemente, son los campesinos, minifundistas, empresas familiares, pequeños y medianos agricultores que no son capaces de sobrellevar con éxito el reto que impone la competencia y la globalización. (Raúl, Paz. 1999). Tomamos la caracterización de Raúl Paz: los inviables del campo, para presentar la primera imagen de un mundo, de los muchos mundos posibles en la globalización. Los inviables del campo son aquellos que no pudieron adquirir las buenas nuevas del proceso, las tecnologías de producto y procesos, los paquetes tecnológicos, biotecnologías, ofrecidos por las empresas multinacionales, es decir no fueron parte ni estuvieron contemplados en la revolución globalizadora. Esto no significa que los sujetos mencionados no sean parte de la globalización, por el contrario son tan partes como cualquier otro sujeto, con la diferencia marcada, en la posibilidad de usos que pueden hacer de ella. Tanto el alcance como la intensidad del proceso de globalización no resulta homogéneo en todos los sectores que componen el sistema agropecuario. Los principales frenos estructurales a la profundización de las relaciones capitalistas en el agro, especialmente en los países latinoamericanos, está dada fundamentalmente por las desigualdades sociales y económicas en el interior del sector agropecuario y la marginación de amplios sectores rurales (explotaciones campesinas, pequeños productores, empresas familiares capitalizadas, peones rurales, etc.) (Raúl, Paz. 1999)


Toma II

“tierras baratas”. Los agribusiness en el Umbral al Chaco[17], en cuanto a lógicas de funcionamiento adecuaron sus acciones a las posibilidades de la región. Carlos Reboratti nos dice: la gran empresa agraria, en el caso del umbral al Chaco, tienen algunos comportamientos atípicos dentro de su categoría. (…) . Entre los primeros –los atípicos- podemos ubicar el tema de la tierra: por lo general el agribusiness concentra su inversión de capital no en la adquisición de tierras sino en el uso intensivo de tecnología y maquinarias. Es decir en el umbral se agrega un componente más a la lógica de los agribusiness: uso intensivo de tecnología, maquinaria y compra de tierras.
El sentido maximizador del funcionamiento se lo explica de la siguiente manera, las tierras a comprar son vírgenes, boscosas, con monte, para poder ponerse en producción, deben ser desmontadas y preparadas, a un costo que por lo general es de tres a cinco veces mayor que el propio precio de la tierra. La alta rentabilidad de la producción le permite amortizar en un par de años los costos de tierra y desmontes y, además, el bajo precio de la tierra le permite comprar varios predios en diferentes lugares del umbral, maximizando de esta manera la utilización de maquinaria. (Carlos Reboratti.).

Nos permitiremos un antojo, el de exponer un acto de una representación teatral en el marco de los talleres de Territorios en la provincia del Chaco realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
“El progreso y el desarrollo llegaron a estas tierras lejanas y pobres del país”, anuncian las propagandas gubernamentales. El progreso, hoy en día, se dice llamar “cultivo de soja” en forma intensiva, y en dimensiones extensivas.
Al escuchar estos anuncios, en la mente se nos alborotan imágenes de un pasado reciente, hombres de miradas cabizbajas, mirando sin mirar el nuevo infinito que abrió la maquina en sus tierras, hoy fincas del progreso.
La mente sigue viajando y este cuerpo ya siente el calor de esas siestas en el impenetrable chaqueño con viento norte, la arena que golpea y se mezcla con temperaturas de 50 grados que van tallando el rostro y la vida de la gente.
Una lágrima moja el rostro, y en los ojos esta Julia, campesina que acaba de recibir la noticia que la tierra de sus abuelos ya no es ni será de ella, esa tierra que trabaja y que la abastece de su comida diaria ya no le pertenece.
El gringo Bridar, le muestra una carpeta donde afirma que el Estado a cambio de 20 mil pesos le hizo entrega de 1000 has. Julia levanta la mirada el horizonte le es lejano, mira siente y solo atina a comentar, con una cuota de resignación ¡es mas que toda nuestra comunidad!, ¡el pueblo es suyo Don Bridar!


Toma III

“de algodón y braceros” La provincia del Chaco cuenta aproximadamente con 14.700 explotaciones agrícola-algodoneras, cubriendo una superficie de 1.100.000 hectáreas, de las cuales más del 50% se destinaban al cultivo del algodón, variando significativamente en las últimas campañas este porcentaje. Cerca del 60% de los productores chaqueños producen en superficies menores a las 10 ha, con una lógica del sistema de producción minifundista, un 39% se identifica dentro de los sistemas de medianos productores con una capacidad de hasta 100 has. la producción. Los pequeños y medianos productores aportan 63% de la producción nacional de algodón. En el otro extremo, hay grandes empresarios terratenientes con una lógica netamente capitalista y de producción intensiva con capacidad de absorber a los otros (campesinos), cuentan con los últimos adelantos técnicos, modernas cosechadoras y productos para garantizar y lograr mejores rindes.
Es y en consecuencia, que en los últimos años en la provincia se produce una renovación de prácticas socio productivas inspiradas sobre todo, por los bajos precios internacionales de la producción algodonera. La superficie algodonera se destinó a otros cultivos, principalmente la soja, cuyo costo de producción es considerablemente más bajo. De este modo, la superficie sembrada en las campañas 2002 y 2003 se ubicó en los mínimos históricos de la región, alcanzando en promedio sólo 105.000 hectáreas[18]
La cosecha del algodón a partir de la década del 90, con el nuevo modelo ya afianzado, se mecanizó, actualmente un 60-70% de la cosecha se realiza de esta manera dejando aproximadamente 500.000 personas, los braceros[19] afuera del sistema algodonero.

Toma IV

“de record”. La cosecha de soja de la campaña 2007/2008 alcanzó un nuevo récord: 48 millones de toneladas, medio millón por encima de la del año pasado. La información la dio a conocer ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Diario Clarín 21 de junio de 2008. La superficie sembrada de soja en 2007, también fue cosecha récord, alcanzó las 16.000.000 de hectáreas.
También la tasa de desmonte de bosques nativos fue record. En cuatro años, el desmonte creció casi el 42% La tala arrasó con más de 1 millón de hectáreas, la mayoría ahora con soja. En 2007 se perdía un promedio de 821 hectáreas de bosques por día, 34 hectáreas por hora. Siguiendo con los record con estas cifras, la tasa de deforestación de la Argentina —que mide el porcentaje de pérdida anual respecto de la superficie remanente— resulta seis veces más alta que el promedio mundial[20].
Según un informe del CIOMTA (Universidad Católica de Santa Fe/Italia)[21], en Formosa y Corrientes se ha perdido en 15 años el 50% de los bosques nativos, por el avance de la frontera agropecuaria. En el suelo que se desnuda para hacer agricultura en la zona tropical, la temperatura del área desmontada en relación a la temperatura del bosque es seis grados superior, por el hecho de haber sido desmontado. Entonces aparecen enfermedades tropicales hasta ese momento desconocidas y se modifica la circulación del vapor de agua.
Las secuencias pasaron, pasan, algunas quedan en las retinas y otras en los cuerpos, las imágenes secuenciadas de la globalización en las nuevas pampas del Norte, en este norte que se propuso fotografiar, pasaron. Imágenes de otros nortes en un mismo espacio geográfico no fueron contempladas en este trabajo, lo que no significa negar la existencia de otras posibles secuencias.

Preludio

La globalización ha modificado la estructura espacial y a su vez la resignificó, es decir dimensiona las cosas, los tiempos, los espacios de otro modo, lo cual siempre nos genera la pregunta a que nos enfrentamos. ¿Las Nuevas pampas?
Como hombre que habita un presente y una geografía, nuevas pampas, marginalización social, intemperie, cree que el principal desafío consiste en la premura de reinventar las preguntas. Esto se trata de cuestionar, recorrer e intentar desplazar los límites de nuestra experiencia, producir “un corrimiento respecto de uno mismo”, poniendo bajo sospecha los argumentos -propios y ajenos-, el dato, la evidencia, la unidad, en si uno mismo. Un lugar que se generará a partir de la ruptura del pensamiento, en tanto pueda exteriorizar pensamientos desorganizados, indisciplinados, de ningún modo pensamientos sistemáticos y organizados

Bibliografía

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Wallerstein Immanuel (1998) “Impensar las Ciencias Sociales. Edit. Norma. Buenos Aires
[1] La zona que nos convocan específicamente son Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Tucumán, Chaco. Sus rasgos esenciales, muestran una superficie de 50 millones de hectáreas con dominancia de minifundistas en tierras fiscales, donde muchos de ellos no han resuelto su problema de tenencia de la tierra. Hasta el 2007 se sigue produciendo el 85 % del poroto nacional mientras que por otro lado, se aloja el 40 % de los bosques nativos del país y sus ecosistemas naturales son refugio de germoplasma de parientes de especies cultivadas de gran importancia económica como Erytroxylon, Capsicum, Phaseolus, Carica, Paseolum, Solanum e Ipomoea. Jorge H. Morello




[2] Con este concepto se hace referencia a las regiones extra-pampeanas del NEA- NOA que en las últimas décadas emplearon las formas productivas de la región pampeana. Se espera que en el transcurso del trabajo el concepto tome claridad
[3] El resaltado es nuestro.
[4] Michel Foucault, Surveiller et punir, París, Gallimard, 1975, quien plantea que las estructuras de poder ejercen cierta hegemonía sobre el resto de la población, para imponer modelos de hacer, pensar y ser.
[5] Eliécer arias denomina de esta manera a las políticas aplicadas a la discusión rural post- consenso de Washington.
[6]Antonio Negri y Danilo Zolo “el nuevo "orden global" impuesto por la mundialización ha llevado a la desaparición del sistema westfaliano de Estados soberanos. Ya no hay Estados nacionales, más allá de sus moribundas estructuras formales, que puedan sobrevivir dentro del ordenamiento jurídico de las instituciones internacionales. El mundo ya no está gobernado por sistemas políticos estatales: está gobernado por una única estructura de poder que no presenta ninguna analogía significativa con el Estado moderno de origen europeo. Es un sistema político descentralizado y deterritorializado, que no se halla referido a tradiciones y valores étnico-nacionales, y cuya sustancia política y ética es el universalismo cosmopolita. Por estas razones, usted cree que "Imperio" es la denominación más apropiada para este nuevo tipo de poder global”.
[7]AlejandroT.Patiño(2002)”Globalización,estado-naciónyespaciossociales. http://www.glocalrevista.com/globes.htm



[8] La hiperinflación llegó a 200%, el desabastecimiento, saqueos a centros comerciales el presidente radical Raúl Alfonsín, desprestigiado, deslegitimado, debió entregar el poder seis meses antes de lo previsto (en julio de 1989) al presidente electo Carlos Menem.
[9] Lo mencionamos como un avance, sin dejar de mencionar el precio que se pago para que suceda esto. Y quienes eran los que podrán utilizar estos avances.
[10] Políticas de estabilización y ajuste estructural. Lattuada (2000), Maletta (1995) y Hicks (2000). Son citados por Tapella (2004) “Globalización y Transformación de la Estructura Social Agraria en Argentina:¿Nuevas Ruralidades, Nuevas Políticas?”

[11] La historia de la soja en la Argentina se caracteriza por una temprana introducción de la especie al país y una postergada incorporación a su economía. La primera soja llego a Mendoza en 1880. En 1940 la junta Nacional del algodón la llevo al Chaco como posible cultivo de rotación en EEUU ya se cultivaban 4 millones de hectáreas. En 1950 se creo la empresa Argentina Agro soja SRL con el propósito de difundir el cultivo de soja en la Argentina. En 1961 en la Estación Experimental de INTA en Salta un programa de ensayos permitió seleccionar cuatro variedades. Finalmente el despegue de la Soja ocurrió en 1974 impulsado por la necesidad de disponer de forrajes ricos en proteínas, destinadas alimentaciones animales dadas la virtual desaparición de la anchoveta peruana. A partir de 1973 el área sembrada de soja creció vertiginosamente en 1980 llego a 2 millones de hectáreas. La introducción de la soja transgenica fomento la expansión. Entre 1995 y 2005 el área y la producción creció a tasas de 9,3% y 12,1% anual. Lucio G. Reca 2006
[12] La ampliación de la superficie cultivada en más de 740.000 Ha entre 1960 y 1980 Alfredo Bolsi
[13] Solo mencionamos el hecho dado que el trabajo consiste en las imágenes de la pampenización del norte. El numero de explotaciones decrece notablemente, pasando de 419 mil en 1988 a 333 mil en 2002 y la superficie media de las mismas, inevitablemente crece pasando de 424 ha/ EAP en 1988 a 524 ha/EAP en 2002. R. Fiorentino (2007)
[14] Con el objetivo de provocar un shock de capitalización tecnológica, se permitió la importación sin aranceles de estos equipamientos.
[15] Algunos autores hablan de una segunda revolución, es decir la primera fue la denominada verde. Revolución sostienen los autores que no fue asimilada por los agricultores argentinos de la region pampera. A diferencia de esta segunda que fue adoptada con rapidez. Fiorentino (2007)
[16] Las desregulaciones, afectaron a las economías regionales, entre las que se encuentran el NOA- NEA, eran producciones subvencionadas por el Estado, se especializaban en el mercado interno. Salvo excepciones como los cítricos Tucumanos las demás producciones entraron en crisis.
[17] Hacemos referencia al Norte de Salta. Desde una perspectiva ecológica se sitúa entre las regiones naturales del Bosque Chaqueño y las Yungas o Selva Tucumano Oranenese.
[18] Dirección Nacional de Programación Económica Regional. Algodón
[19] Braceros personas que realizan la cosecha del algodón manualmente. Son oriundos del lugar y también provienen de distintas provincias y países limítrofes.
[20] 25 junio 2007 Diario Clarín.
[21] Citado por Pablo Canziani doctor en Ciencias Físicas, graduado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA
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(por Carlos Petrucci)


Restos de la travesía....

Miguitas del tiempo

volver una y otra vez a preguntarnos ...
a verbalizar la experiencia defendiendo aguerridamente la subjetividad ...

levantar la bandera de las sensaciones escarbar......
revolver un rato en la bolsa de las sensaciones que nos inundan luego de la jornada ....
si nuestras manos solo pueden asir el vacío de los juicios “objetivos” ...
que nos queda?

Compartir las galletas y el jugo con anécdotas rescatando lo no dicho...... redibujando desde la palabra los rostros que dicen,
callan
impregnan
modifican
derraman ternura...

sentir lo mágico inundando tranquilamente la jornada..

la aventura de un hecho único..... trascendente

celebrar lo ridículo......descubrimos humanos y desacertados....
disfrutar las incursiones en la frontera de la forma... .... ja ja
si no tenemos eso al regreso del viaje

que nos queda?


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