Alegoría
Noche blanca, Piel desnuda
Caricias que recorren el mundo
Hasta llegar al tálamo
Ahí me escondes, me das calor y placer.
Descubro en mi mente y mi cuerpo
El delirio abrazador de un volcán
Submarino del cual huyen todos
Mariposa voladora, que fuiste antes; que serás
Como vives el mundo de tantas maneras
Y las raíces prenden de ti
Suave es el nido donde escondes partes del amor que recibes
Y mucho dolor que perdió sentido en ese lugar
Ríos que surcan el lecho, tormentoso y turbulento, impredecible pero con final idéntico
Las flores del jardín siempre estuvieron ahí
Un colibrí quieto y palpitando,
Renovó e invento más de lo que podía soportar,
Un rayo de luz lo vino a buscar,
Pero su luz fue más fuerte, fue más fuerte que mil luciérnagas,
Agonizaron al amanecer
Nacieron otras mil pero sucumbieron
Mientras tanto un pájaro y mil volaron buscando su eterna primavera,
Del ártico al antártico para volver
Guía matinal que despierta su voz marcando a fuego con un grito estridente y extasiado
Su vuelta y frustrada vida (muerte)
No hay lugar para explotar que no descubras,
Que deshagas como una margarita y
Reconstruyas con el tiempo, para adelantar y retroceder.
El tiempo vuelve ¿Cómo el amor?
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